Uso de los sentimientos negativos:
Pero yo me pongo triste como una puesta de Sol
para nuestra imaginación,
Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe haber en el alma
cuando ya piensa que existe
y las manos recogen flores sin que ella se dé cuenta.
Auto Analizador:
Cuando me siento a escribir versos
o, paseando por los caminos o por los atajos,
escribo versos en un papel que está en mi pensamiento,
siento un cayado en la mano
y veo una silueta mía
en lo alto de un otero,
Oposicion a la esperanza:
Como un ruido de cencerros
tras la curva del camino
mis pensamientos están contentos.
Sólo me apena saber que están contentos
porque, si no lo supiese,
en vez de estar contentos y tristes
estarían alegres y contentos.
Uso de adjetivos expresivos:
Pensar incomoda como andar bajo la lluvia
cuando arrecia el viento y parece llover más.
No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar solo.
Y si deseo a veces,
por imaginar, ser corderito
(o ser todo el rebaño
para andar desperdigado por toda la ladera
siendo mucha cosa feliz al mismo tiempo),
es sólo porque siento lo que escribo a la puesta del Sol
o cuando sobre la luz pasa la mano una nube
y corre un silencio por la hierba.
Las poesías del poeta y de su heterónimo se mezclan e imbrican de forma complementaria y casi indisoluble. Pessoa llegó a definir a Campos como "el más histéricamente histérico de mí" o como "mi compañero de psiquismo", de manera que la recopilación de la Poesía completa de Álvaro de Campos recoge uno de los núcleos fundamentales -aunque todos lo sean
El Cuidador de Rebaños
Yo nunca cuidé rebaños,
pero es como si los cuidase.
Mi alma es como un pastor,
conoce el viento y el sol
y de la mano de las estaciones
acompaña y va mirando.
Toda la paz de la Naturaleza sin gente
viene a sentarse a mi lado.
Pero yo me pongo triste como una puesta de Sol
para nuestra imaginación,
cuando al fondo de la llanura refresca
y se siente que ha entrado la noche
como una mariposa por la ventana.
Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe haber en el alma
cuando ya piensa que existe
y las manos recogen flores sin que ella se dé cuenta.
Como un ruido de cencerros
tras la curva del camino
mis pensamientos están contentos.
Sólo me apena saber que están contentos
porque, si no lo supiese,
en vez de estar contentos y tristes
estarían alegres y contentos.
Pensar incomoda como andar bajo la lluvia
cuando arrecia el viento y parece llover más.
No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar solo.
Y si deseo a veces,
por imaginar, ser corderito
(o ser todo el rebaño
para andar desperdigado por toda la ladera
siendo mucha cosa feliz al mismo tiempo),
es sólo porque siento lo que escribo a la puesta del Sol
o cuando sobre la luz pasa la mano una nube
y corre un silencio por la hierba.
Cuando me siento a escribir versos
o, paseando por los caminos o por los atajos,
escribo versos en un papel que está en mi pensamiento,
siento un cayado en la mano
y veo una silueta mía
en lo alto de un otero,
mirando mi rebaño y viendo mis ideas,
o mirando mis ideas y viendo mi rebaño,
y sonriendo vagamente como quien no entiende lo que dice
y quiere fingir que entiende.
Saludo a los que me leen
quitándome el sombrero ancho
cuando me ven a mi puerta
no bien la diligencia asoma por el otero.
Los saludo y les deseo sol,
y lluvia cuando lluvia hace falta,
y que sus casas tengan
junto a una ventana abierta
una silla predilecta
donde se sienten a leer mis versos.
Y que al leer mis versos piensen
que soy algo natural
- por ejemplo el árbol viejo
a la sombra del cual de pequeños
se derrumbaban cansados del juego
a limpiarse el sudor de la cabeza ardiente
con la manga del delantal rayado.
Características Temáticas
Características Estilísticas
Musicalidad: Ritmo, rima, tonalidad.
Verso, generalmente corto (de 2 a 7 silabas métricas)
Adjetivos expresivos.
Sencillo pero muy expresivo
Uso de tiempos distintos.
FERNANDO PESSOA Y SU CORRIENTE LITERARIA

Fernando Pessoa fue influenciado por el futurismo en 1913 por ciertos aspectos, nunca obtuvo el reconocimiento que merecia aunque fue un importante poeta "futurista" para la modernidad artistica. Claramente deja su posicion ante el futurismo y como los poetas de esa epoca veian erronamente al futurismo en esta carta firmada como Alvaro de Campos.
Lisboa, 4 de junio de 1915
Exmo. Señor Director del Diario de Noticias
E/V.
Regresando ayer a Lisboa, sólo entonces tuve ocasión de leer una crítica, hace pocos días publicada en el periódico que V. Exa. competentemente dirige, al extraordinario libro del Sr. Mário de Sá-Carneiro, mi ilustre camarada de Orpheu.
No es a la crítica que me quiero referir, porque nadie puede esperar ser comprendido antes que los otros aprendan la lengua en que habla. Aguardar eso sería, además de absurdo, indicio de un grave desconocimiento de la historia literaria, donde los genios innovadores fueron siempre, cuando no tratados como enfermos (como Verlaine y Mallarmé), tratados como párvulos (como Wordsworth, Keats y Rossetti) o como, además de párvulos, enemigos de la patria, de la religión y de la moralidad, como sucedió a Antero de Quental, sobre todo en los significativos panfletos de José Feliciano de Castilho, que, además, no era ningún idiota.
No es a esto que me quiero referir. Lo que quiero acentuar, acentuar bien, acentuar muy bien, es que es necesario que cese la confusión que la ignorancia de nuestros críticos está teniendo con la palabra futurismo. Hablar de futurismo, ya sea a propósito del N°1 de Orpheu, ya sea a propósito del libro del Sr. Sá-Carneiro, es lo más disparatado que se puede imaginar. Ningún futurista tragaría Orpheu. Orpheu sería, para un futurista, una lamentable demostración de espíritu oscurantista y reaccionario.
La actitud principal del futurismo es la Objetividad Absoluta, la eliminación en el arte, de todo cuanto es alma, cuanto es sentimiento, emoción, lirismo; subjetividad, en suma. El futurismo es dinámico y analítico por excelencia. Ahora, si hay algo que [sea] típico del Interseccionismo (tal es el nombre del movimiento portugués) es la subjetividad excesiva, la síntesis llevada al máximo, la exageración de la actitud estática. «Drama estático», incluso, se titula una pieza inserta en el primer número de Orpheu, del Sr. Fernando Pessoa. Y el tedio, el sueño, la abstracción son las actitudes usuales de los poetas colegas míos en aquella brillante revista.
Al César lo que es del César. A los Interseccionistas, llámeseles interseccionistas. O llámeseles paúlicos, si se quiere. Ese término, al menos, los caracteriza, distinguiéndolos de cualquier otra escuela. Englobar a los colaboradores de Orpheu en el futurismo es no saber ni siquiera decir disparates, lo que es muy lamentable.
En el segundo número de Orpheu vendrá una colaboración realmente futurista, es cierto. Entonces se podrá ver la diferencia, si bien será, no literaria, sino pictórica esa colaboración. Son cuatro cuadros que emanan de la alta sensibilidad moderna del mi amigo Santa-Rita Pintor.
Hasta aquí he hablado, en general, más por mis colegas que por mí. Mi caso es diferente. Permítame V. Exa. que me refiera a él.
Mi Oda Triunfal, en el Nº1 de Orpheu, es lo único que se aproxima al futurismo. Pero se aproxima por el asunto que me inspiró, no por la realización, y en arte la forma de realizar es la que caracteriza y distingue las corrientes y las escuelas.
Yo, por lo demás, no soy interseccionista (o paúlico) ni futurista. Soy yo, sólo yo, preocupado solamente conmigo y con mis sensaciones.
Espero de la lealtad periodística de V. Exa. la inserción de esta carta en lugar donde por lo menos los periodistas la lean. En la imposibilidad de hacer comprender a nuestros críticos, intentemos al menos llevarlos a fingir que comprenden.
De V. Exa. Cdo. Venr. y Obgdo.
Alvaro de Campos
Ingeniero y poeta sensacionista
El siguiente uso de este término se daría con los futuristas italianos y rusos de principios del siglo XX (1900-1940), un movimiento artístico, literario y político que trató de rechazar el pasado y que abrazó bastante acríticamente la velocidad, la tecnología, y el cambio violento de las cosas. Curiosamente, a los primeros autores visionarios modernos como Julio Verne, Edward Bellamy, e incluso H.G. Wells no fueron caracterizados como futuristas en su día, sino más bien como los filósofos de la previsión, término estrechamente relacionado
Hoy en día el término "futurista" describe con mayor frecuencia los autores, consultores, y otros líderes de organizaciones implicados en la interdisciplinariedad y el pensamiento sistémico para asesorar a organizaciones privadas y públicas sobre cuestiones tan diversas como las tendencias globales, escenarios plausibles, oportunidades en mercados emergentes, y la gestión del riesgo.
